En ocaciones pareciera que nuestros hijos adolescentes no tienen interés en participar de las dinámicas familiares y/o sociales, aún estando presentes en ellas. Sin embargo esta actitud es muy común, y tiene su origen en los procesos psicológicos y de construcción de la personalidad propios de la adolescencia.
La individuación es uno de ellos, y se caracteriza por ser el proceso mediante el cual una persona se convierte en un individuo integrado. Es particularmente visible en la adolescencia, ya que es el momento donde nuestros hijos comienzan a generar una identidad propia; en la cual por primera vez hacen una individuación de sí mismos, diferenciándose de sus padres y desarrollándose a través de sus propias experiencias.
Esta etapa de autoconocimiento conlleva una serie de estímulos que el/la joven experimenta concientizándose sobre sí mismo como ente propio y único. La individuación se concibe entonces, como un proceso de diferenciación, constitución y particularización de la propia esencia, de tal manera que el/la joven pueda descubrir quién es, lo que le permite consolidar una personalidad. Este proceso sucede en cuatro etapas:
- La persona se da cuenta de que existe una gran parte de sí mismo que ha sido ignorada y se permite aproximarse a su comprensión.
- Se hace consciente de sus fortalezas y áreas de oportunidad, valorándolas sin juzgar. Revisa sus deseos e impulsos inconscientes y no cede ante ellos, pese a que algunos sean socialmente mal vistos.
- Es capaz de identificarse con quienes considera tiene similitudes y con quienes contrastan su personalidad.
- Se espera que logre encontrar una consciencia auténtica de sí mismo.
Para finalizar el proceso de individuación, la persona es capaz de distinguirse y separarse del mundo, permitiendo que su forma de ser, ver y actuar surja de manera independiente y diferenciada.
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo a encontrar su individualidad?
La intervención ideal consiste en observar cuidadosamente este proceso y direccionarlo, en la medida de lo necesario, para que el/la joven logre una individuación sana y consciente, entendiendo que pertenece a una comunidad y que las reglas establecidas en dicha comunidad son en beneficio de la convivencia armónica y justa entre todos sus miembros.
Por lo anterior, en Altazor promovemos un perfil de estudiante que no solo cumple las reglas por obligación, sino porque comprende y reconoce que esta interacción respetuosa es congruente con su propio desarrollo e individuación.
Para garantizar su permanencia en el instituto, entonces, el estudiante debe responder a estas características:
- Demuestra respeto a todos los integrantes de la comunidad escolar.
- Escucha con atención y guardando silencio, cuando sus docentes y/o compañeros tiene la palabra en clase.
- Utiliza sus dispositivos electrónicos de manera responsable y, dentro del aula, únicamente cuando sus docentes lo requieran para el desarrollo de las actividades escolares.
- Se expresa con un vocabulario deferente, dentro y fuera del aula, que refleje el nivel cultural propio de una institución educativa.
- No ejerce, ni tolera, ni solapa el bullyng ni la discriminación por género, ideología política o religiosa, apariencia física o prácticas culturales.
- Es empático con sus compañeros y prefiere el diálogo y la mediación para la solución de conflictos.
- Cuida el mobiliario, equipo e instalaciones escolares; asimismo respeta los materiales, pertenencias e información de sus compañeros.
- Colabora en las actividades organizadas en beneficio de la escuela.
- Sigue en tiempo y forma los procesos académicos institucionales, apegándose al calendario escolar y a las programaciones establecidas por Dirección del Plantel.
- Responde con civilidad a las consecuencias de sus acciones, identificando el aprendizaje y subsanando lo que resultara necesario.
Enterada …muchas gracias…mi hijo se siente muy realizado en instituto Altazor y yo …tranquila